El hoy denominado Testamento Scout es la última carta dirigida por Lord Baden-Powell a todos los scouts del mundo como mensaje de despedida, y que fue hallada entre sus pertenencias luego de producido su deceso.
Tras leerla, coincidiremos en que el legado del escultismo es hacernos personas dichosas y de bien, y que tenemos un compromiso adquirido al momento de hacer nuestra promesa: trascender en pos de alcanzar un mundo mejor y una vida feliz.
Es este testamento del fundador del escultismo el que nos anima hoy a la formación del CRASAB. Portamos, como siempre nos fue inculcado en las aulas, la noble misión de engrandecernos como personas, peruanos y cristianos, y dar la lucha porque estos ideales permanezcan vigentes en nuestras vidas pese al tiempo y las vicisitudes.
Quedan todos Ustedes, ex-alumnos y antiguos scouts recoletanos, muy cordialmente invitados a ser parte de la gran familia crasabista.
Tras leerla, coincidiremos en que el legado del escultismo es hacernos personas dichosas y de bien, y que tenemos un compromiso adquirido al momento de hacer nuestra promesa: trascender en pos de alcanzar un mundo mejor y una vida feliz.
Es este testamento del fundador del escultismo el que nos anima hoy a la formación del CRASAB. Portamos, como siempre nos fue inculcado en las aulas, la noble misión de engrandecernos como personas, peruanos y cristianos, y dar la lucha porque estos ideales permanezcan vigentes en nuestras vidas pese al tiempo y las vicisitudes.
Quedan todos Ustedes, ex-alumnos y antiguos scouts recoletanos, muy cordialmente invitados a ser parte de la gran familia crasabista.
Queridos scouts:
Si han visto alguna vez la obra Peter Pan, recordarán cómo el jefe de los piratas siempre estaba pronunciando su
discurso de despedida, por temor a que, cuando le llegara su hora, no
tuviera tiempo de compartirlo. Algo así me sucede a mí, y, aun cuando
no me estoy muriendo en este momento, lo haré cualquiera de estos días; por eso quiero enviarles un mensaje de despedida. Recuerden, esto es lo último
que oirán de mí; por tanto, medítenlo!
He tenido una vida muy dichosa, y
quiero que cada uno de ustedes la tenga también. Creo que Dios nos puso
en este mundo maravilloso para que fuéramos felices y disfrutáramos de
la vida. La felicidad no procede de ser rico, ni siquiera del éxito en
la propia carrera, ni de concederse uno todos los gustos. Un paso hacia
la felicidad es hacerse sano y fuerte cuando niño, para poder ser útil y
así gozar de la vida cuando se es un hombre.
El estudio de la
naturaleza les mostrará cómo Dios ha llenado el mundo de belleza y de
cosas maravillosas, para que las disfruten contentos con lo que les haya
tocado, y puedan sacar el mejor provecho de ello. Miren siempre el lado alegre
de las cosas, en vez de su lado triste.
Pero el camino verdadero para
conseguir la felicidad pasa por hacer felices a los demás. Intenten
dejar este mundo un poco mejor de cómo lo encontraron; y cuando les
llegue la hora de morir podrán hacerlo felices, sintiendo que de ninguna manera habrán perdido su tiempo, puesto que habrán hecho su mejor esfuerzo.
Así, estén siempre listos para vivir y morir felices, aferrados
siempre a su promesa scout, aun cuando hayan dejado de ser muchachos.
Que Dios les ayude a hacerlo así...
Que Dios les ayude a hacerlo así...